Sudamérica
Demanda Sobre Cambio Climático en Brasil
Abogados responden a la mayor amenaza contra el medio ambiente y la raza humana
Queda poco tiempo para frenar los vertiginosos impactos del cambio climático y evitar los riesgos catastróficos a la existencia de la vida en la tierra. La inacción de los gobiernos y la oposición de las compañías de combustibles fósiles son las razones claves del porqué la política climática actual es inadecuada. La litigación relacionada al clima, especialmente por abogados privados, es una de las pocas estrategias que potencialmente podrían cambiar las reglas del juego. Esta estrategia aún no ha sido utilizada plenamente a pesar de que la acción legal ha sido un componente central de casi toda transformación social importante.
A partir de 2015, un creciente número de demandas han buscado forzar a los gobiernos a hacer más para proteger a sus ciudadanos y al medio ambiente de los daños climáticos, evaluar los impactos climáticos antes de aprobar proyectos, y honrar los compromisos que han asumido a nivel internacional. Entre los factores que impulsan el incremento de la litigación relacionada al clima está la toma de conciencia de que el daño producido por el cambio climático se está acelerando, con un incremento dramático de la frecuencia de incidentes de clima extremo. El vínculo entre el cambio climático y el daño a las comunidades se puede establecer ahora con más confianza. Como lo han demostrado los “súper huracanes” de años recientes, el costo de los daños resultantes del cambio climático está explotando y sólo aumentará aún más dramáticamente con los años.
EDLC y la litigación sobre el cambio climático
EDLC trabaja en casos climáticos en asociación con el Centro de Integridad Climática (CCI), que fue fundado en 2017 por un equipo de abogados y defensores del medio ambiente con décadas de experiencia en litigación privada compleja y litigación de interés público para facilitar y apoyar casos climáticos meritorios contra contaminadores del medio ambiente y gobiernos tanto en los EE.UU. como internacionalmente. CCI brinda un agama de recursos científicos, legales y otros para apoyar los esfuerzos de la gente alrededor del mundo que están utilizando los litigios para combatir el cambio climático.
El papel de la desforestación en el cambio climático
La deforestación es la segunda causa principal del calentamiento global y produce cerca de un cuarto de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La deforestación en bosques húmedos tropicales añade más dióxido de carbono a la atmósfera que todos los autos y camiones en las carreteras mundiales todas juntas. En Brasil, la deforestación y la degradación de los bosques son la principal fuente de emisiones nacionales de gases de efecto invernadero. Las reducciones de la tasa de deforestación tienen beneficios múltiples – evitar una enorme fuente de emisiones de carbono y reducir los problemas ambientales y sociales asociados con la deforestación. Globalmente, alrededor de 350 millones de personas residen cerca de o dentro de bosques y dependen de ellos para su alimento y subsistencia. Casi 60 millones de personas, especialmente aquellas que viven en comunidades indígenas, son completamente dependientes de los bosques. Los medios de subsistencia de 1,6 mil millones de personas dependen de los bosques. Los bosques son el hogar de 80% de la biodiversidad terrestre del mundo, y combatir la deforestación ha sido identificado como una de las maneras más prometedoras y económicas de reducir las emisiones.
Una demanda para hacer cumplir los compromisos del Brasil sobre el cambio climático de combatir la desforestación
El gobierno brasileño asumió varios compromisos legalmente vinculantes para abordar la amenaza existencial que representa el cambio climático. El Congreso Nacional brasileño aprobó una ley sobre el cambio climático en 2009, comprometiéndose a reducir las emisiones proyectadas para 2020 en más de un tercio. En 2016, Brasil suscribió y ratificó el Acuerdo de París, y el año siguiente el Congreso Nacional brasileño aprobó un Decreto Ejecutivo que adopta la meta del acuerdo de mantener el incremento de la temperatura global este siglo muy por debajo de 2º C con relación a los niveles preindustriales. Bajo el Acuerdo de Paris, Brasil se ha comprometido a reducciones de emisiones de 37% hasta 2025, y de 43% hasta 2030, en comparación con los niveles de 2005.
Debido a que la deforestación es el principal generador de emisiones en el país, los compromisos de Brasil sobre el cambio climático se centran fuertemente en la política para el sector forestal. Entre otras cosas, la legislación brasileña sobre el cambio climático exige que la tasa anual de deforestación en la Amazonía sea inferior a 4.000 kilómetros cuadrados en 2020. Pero el aumento de las tasas de deforestación en los últimos años significa que Brasil no está en camino de cumplir con sus requisitos legales. Entre agosto de 2018 y julio de 2019, se deforestaron más de 10,000 kilómetros cuadrados de selva amazónica, un aumento de más de 30% respecto al mismo período del año anterior. Solo en agosto-septiembre de 2019, se cortaron casi 5.000 kilómetros cuadrados adicionales de bosques. Lo que es peor, el gobierno de Bolsonaro ha implementado medidas que reducirán la probabilidad de que Brasil cumpla con sus compromisos legalmente vinculantes con relación a la deforestación de la Amazonía.
Con el apoyo de EDLC, la ONG brasileña Instituto de Estudios Amazónicos interpuso una demanda contra el gobierno brasileño para buscar la aplicación judicial de los compromisos climáticos de Brasil. Además de los reclamos basados en los deberes legales descritos anteriormente, la demanda incluye reclamos bajo la Constitución brasileña, que garantiza el derecho a un medio ambiente sano, lo que impone al gobierno la obligación de defender y preservar el medio ambiente para las generaciones presentes y futuras. La Corte Suprema de Brasil ya ha determinado que el derecho a un medio ambiente sano es un derecho fundamental, y la Corte Superior de Justicia ha dictado varios fallos con base en el entendimiento de que el cambio climático debe tomarse en cuenta en la toma de decisiones del gobierno.
Todos Casos en Sudamérica

Programas EDLC en Acción
La mina Pascua Lama en Chile: fallo confirma el cierre
Por muchos años, comunidades chilenas se han quejado a las autoridades de que la mina aurífera Pascua Lama Barrick Gold, ubicada en lo alto de los Andes en la frontera con Argentina, estaba causando daños irreparables al medio ambiente. En 2016, la Superintendencia del Medio Ambiente de Chile impuso una multa de millones de dólares, pero el monto se basó en una evaluación incompleta del daño.
Un reclamo adicional interpuesto por una comunidad afectada condujo a que la SMA decidiera que el daño era tan severo que se requería la clausura permanente. En septiembre de 2020, el Tribunal Ambiental confirmó la decisión que ordena el cierre total y definitivo de la mina e impone una multa de cerca de 9 millones de dólares debido a múltiples violaciones de las leyes ambientales. La sentencia establece un precedente legal muy importante en chile y envía un claro mensaje a los contaminadores ahí y en otras partes de que se arriesgan no simplemente a una multa, sino a una clausura total de sus operaciones y la pérdida de sus inversiones. Barrick Gold indicó que no va a apelar la decisión, lo que significa que la mina quedará cerrada de forma permanente.